Nada era lo mismo en Miami este miércoles por la noche. La tensión y la ansiedad del público local antes del debut oficial del Heat, de su primer partido en la temporada regular sin la presencia de un LeBron James que lo veía por TV desde Cleveland, era palpable. Sin embargo, el encargado de disipar todas esas dudas fue nada menos que Chris Bosh, el nuevo referente del campeón defensor de la Conferencia Este.
El choque inaugural de la temporada fue "El Show de Bosh" y todo Miami fue testigo de él.
Bosh se encargó de marcar la pauta, de sembrar el camino a la convincente victoria inaugural del conjunto del Sur de la Florida sobre uno de sus principales rivales divisionales por 107-95 con 26 puntos, 15 rebotes y cuatro asistencias. O sea, una actuación simplemente dominante del jugador que supo ser el más menospreciado, criticado y maltratado del "Súper Trio" que ya no es.
Las cosas fueron distintas desde el salto inicial, ganado por Bosh y recibido por Norris Cole. LeBron ya no está para pretender que es un jugador de fútbol americano y pasársela a Dwyane Wade hacia atrás para comenzar el partido.
Al Heat versión 2010-2014 le salía (casi) todo fácil, la temporada regular era un simple preludio para ellos. El Heat de la temporada 2014-15 debe esforzarse por cada balón dividido, por cada canasta que se gana a pulso y por cada victoria que obtenga en la temporada regular, y eso le cae como anillo al dedo a un Bosh que siempre ha tenido que pelear por todo: Reconocimiento, elogios, títulos.
El ala pivot comenzó a ganarse cada centavo del contrato máximo que firmó este año por cinco temporadas y 118 millones de dólares, dominando la zona pintada tanto defensiva como ofensivamente (cuatro de sus 15 rebotes fueron ofensivos).
Steve Mitchell/USA TODAY SportsChris Bosh, veterano de 30 años, sacó a relucir toda su experiencia con el Miami Heat.
Cuando los Wizards se concentraban en alejarlo del aro, él les respondía encestando tres de sus cuatro triples en el partido. No importaba si era desde la esquina o desde la parte alta de la llave, la mera amenaza de su capacidad como francotirador elongaba a la defensa contraria y generaba espacios para la penetración de sus compañeros.
Bosh no solo fue un líder ejemplar para el Heat, sino que jugó la mayor cantidad de minutos (39) y tuvo el mayor impacto positivo de cualquier jugador en la cancha con su +/- de +12 este miércoles, lo que significa que Miami contó con una ventaja de 12 puntos con su número 1 en el parquet.
Ningún otro jugador del Heat tuvo un +/- de más de nueve, y el líder de los Washington en ese rubro fue Marcin Gortat con +3.
El veterano de 30 años suele ser criticado por su reputación como "jugador fino", pero si ser fino es cometer apenas una falta personal en casi 40 minutos enfrentándose a grandotes como Gortat y Drew Gooden y bajando nueve rebotes más que el segundo rebotero líder del Heat, entonces la fineza es la receta del éxito para el Heat.
Lo mejor de todo para Miami es que el rendimiento de Bosh en el debut no pareció ser un espejismo, sino que una promesa de lo que su entrenador Erik Spoelstra, sus compañeros y sus hinchas pueden esperar de él esta temporada.
"Sabemos que tenemos que arrancar bien esta temporada para llegar adonde queremos", dijo Bosh tras el partido.
Con él a este nivel todavía no se puede decir que el Heat es candidato en la Conferencia Este, todavía es un equipo con evidentes limitaciones que van más allá del nivel individual de un solo jugador.
Eso sí, queda claro que si se perfila para ser una amenaza a la que, al igual que Bosh, puedes arriesgarte a subestimar bajo tu propio riesgo.
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